Daruma だるま es el nombre japonés de BODHIDHARMA, monje fundador del budismo Chán en China, posteriormente llamado budismo Zen en Japón, transcripción del sánscrito dhyāna o contemplación. Bodhidharma es el símbolo de la perseverancia y el éxito. Al mismo tiempo, enseñó el arte del Kung-Fu de los monjes Shaolin que todos conocemos hoy en día.
Bodhidharma fue destacado en Japón durante el período Edo (1603-1868) por los monjes de Takasaki que decidieron hacer estas famosas figuras llenas de magia a su semejanza para complementar sus ingresos de la agricultura.
El propósito de un Daruma es ayudar a realizar un deseo, te ofrecerá la determinación y la oportunidad de concederlo, pintamos su primer alumno expresando nuestro deseo, el segundo se pintará cuando se haga realidad. Lo exhibiremos en casa o en nuestro lugar de trabajo para recordar nuestro objetivo, nuestro deseo.
Bodhidharma बोधिधर्म es el nombre sánscrito cuyo significado puede traducirse como la realización de todas las enseñanzas. Es de origen indoiraní y fue honrado con el título de Bodhidharma. Habría transmitido el Dharma de Samyaksambuddha, el “Buddha puro y perfecto”, así como el conocimiento de los patriarcas y Bodhisattvas al templo Shaolin. Las enseñanzas se basan en el altruismo, la unión del cuerpo, la mente y el corazón a través de las llamadas transiciones esenciales, como comer únicamente alimentos de origen vegetal y prácticas diarias estrictas.
La legendaria historia de Bodhidharma dice que finalmente se retiró con el único objetivo de alcanzar la iluminación, no cerró los ojos durante 9 años mirando las paredes de su cueva, incluso escuchamos que se cortó los párpados para no dormir más y que una vez cayó al suelo dio origen al árbol del té. Se dice que sus brazos y piernas también fueron sacrificados por sus prácticas, lo que llevó a la forma actual de Daruma, regresando siempre a su llamada posición de meditación zazen, sin importar los obstáculos, Daruma siempre se vuelve a levantar.
Los monjes que realizaban el Daruma querían transmitir suerte, salud y, en definitiva, la realización de todos tus deseos. Para ello ocultaron grullas que actuaban como cejas por sus atributos de longevidad y adornaron estas mejillas de tortuga una vez más por su símbolo de larga vida, perseverancia, curación y mucho más.
« El Zen va directo al corazón.
Vea su verdadera naturaleza y conviértase en Buddha »
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